Durante este mes estaremos tratando semana a semana el interesante tema de: "LA LEY Y LA GRACIA". Son tres ponencias desarrolladas por nuestros muy calificados docentes, quiénes a la luz de las Escrituras nos introducirán en las grandes verdades de estos temas.
Durante esta semana veremos el tema:
LA
LEY Y LA GRACIA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
Por Mag. Héctor Molano
Introducción
Quizá los temas centrales de la Biblia pueden ser la
Ley y la Gracia, la Ley que muestra la necesidad de amoldarse a los parámetros
de un Dios completamente santo, diferente y separado de cualquiera cosa creada
y la Gracia, necesaria para poder estar cerca de este misterioso Dios. Desafortunadamente, la Iglesia de hoy poco
se encarga de dar una mirada concienzuda a estos temas, sino que prefiere las
predicaciones ligeras, llenas de animación pseudo-espiritual y de mentalidad
positiva que es llamada por muchos fe; también se ha olvidado el Antiguo
Testamento en las predicaciones y el canon predicado difiere mucho del canon
bíblico, es así como predicadores, profesores, seminaristas y feligresía en
general prefiere dedicar sus acercamientos bíblicos a temas neotestamentarios,
olvidando así el trasfondo de éste y la aparición de todas las ideas en el
Antiguo Testamento (AT).
Muchos toman textos como Juan 1:17 que nos dice que la
Ley vino por Moisés en tanto que la gracia y la verdad por medio de Cristo, también
se usa para dejar de lado el AT textos como Romanos 6:14 en donde Pablo le dice
a los romanos que ahora están bajo la Gracia.
Olvidarse de la Ley para introducir la Gracia como un concepto nuevo en
el Nuevo Testamento (NT) no corresponde al concepto bíblico sino más bien a una
interpretación dada por etapas cerradas y no progresivas de la revelación; otro
podrá tomar también Mateo 5:17 para decir que Cristo no abolió la Ley porque él
se presenta como el que no quiere dejar de cumplirla y se introduce en
legalismos veterotestamentarios.
Debido a las tristes razones mencionadas, es probable
que muchos piensen solamente en la Ley para referirse a las temáticas propias
del AT, dejando la Gracia para el NT, pero resulta en un error conceptual de lo
que el AT tiene que decir sobre las grandes verdades del cristianismo.
En este corta exposición deseo presentar estas dos
ideas a la luz de esta parte, muchas veces menospreciada en las iglesias,
llamada el Antiguo Pacto. Debe ser claro
que en esta exposición no se alcanzaran a tocar cada detalle pero confío que
pueda servir como abrebocas a profundizaciones posteriores.
La Ley
y sus ideas veterotestamentarias
Es un error conceptual considerar que la Ley es
simplemente el AT, sin tener en cuenta los diferentes momentos en los cuales se
habla de la Ley, diferentes contextos que brindan campos semánticos diferentes
para este único término.
La palabra torah
que traducimos en nuestras biblias como Ley aparece en primer momento en la
Escritura en el libro del Génesis hasta en Génesis 26:5 cuando el narrador nos
menciona que Dios se le apareció a Jacob diciéndole que Abrahám había cumplido
sus decretos, preceptos, mandamientos y leyes. ¿Se refería el autor a que
Abrahám salió de su tierra o a que se circuncido? ¿Fue Abrahám perfecto porque
eso se lo había ordenado Dios (Gen 17:1)?
El punto que quiero resaltar aquí es que la Ley como tal no está
presente en el momento en que aparece la palabra en el AT sino que está antes
de que la palabra se suceda. Vimos en
este ejemplo que a Abrahám, Dios le dio leyes para cumplir cosas por hacer,
pero ¿desde qué momento la Ley hizo su aparición?
Nos tenemos que referir al inicio del relato bíblico y
observar cómo presenta el autor el acto creador de la humanidad; en lo que
tiene que ver con lo que se ha llamado el segundo relato de la creación de
Génesis, en 2:15-17: “Tomó,
pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo
labrara y lo guardase. Y mandó Jehová
Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del
mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.” Obsérvese que en el mismo momento de inicio
de la humanidad hay una Ley, la de no comer de un árbol y es muy interesante
notar que la forma del “no” en no comerás, en hebreo “lo”, es la misma que se usa en los diez mandamientos. El Diccionario Teológico de palabras del AT
dice que la Ley es tan antigua como el pecado, pero debemos decir que la Ley es
tan antigua como la humanidad, Dios da al hombre leyes para que puedan conocer
su deseo, siempre han habido leyes y regulaciones colocadas por Dios para
nuestro beneficio.
Por otro lado, también se debe decir algo respecto a los
cambios en la concepción de la Ley a lo largo de la Biblia. Podemos decir que en primer lugar las
Escrituras hablan de la Ley como una serie de declaraciones que revelan la
voluntad de Dios, por ejemplo podemos observarlo en Isaías 1:10: “Príncipes de
Sodoma, oíd la palabra de Jehová; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de
Gomorra.” Y luego de este llamado de atención, Dios dice que es lo que la gente
debe de hacer para que se cumpla el deseo del Señor; entonces la Ley muestra la
esencia de quién es Dios porque lo que hacen las leyes es ordenar lo que él es. Para explicar esto, el conocido autor Josh
Mcdowell hace un sencillo camino entre la Ley y Dios en su libro “Es Bueno Es Malo”,
Mcdowell coloca tres letras P para este análisis, una P es el precepto o el
mandamiento, la otra es el principio que se deduce del mandamiento y la última
P es la persona de Dios quien es la base de todo; por ejemplo si el mandato es
“no matar” el principio es la vida, y la persona, quien es Dios, es vida. Con esto en mente la Ley refleja quién es
Dios.
La Ley es vista además como regulaciones, mandatos claros
que se le dan a la humanidad para que se comporte conforme a ellas. Por ejemplo en Deuteronomio 15 se presentan
una serie de leyes que tienen que ver con la remisión de las deudas, esta pues
se convierte en una ley de carácter civil.
En otro ángulo del AT, por ejemplo en Éxodo 12 Dios da una serie de
leyes a Moisés y Aarón para que las hagan todas las familias del pueblo de
Israel en lo que se llamó la pascua, lo que se convertirá en una ceremonia, de
ahí se deduce que la Ley también es ceremonial.
En el libro de Deuteronomio la Ley se une con la
historia, con la misma interpretación de la Ley y también se la ve como norma
(Deut 28:58, 29:21). Deuteronomio da un
giro al uso de la palabra torah para
ampliar su concepto, de hecho en el capítulo 31 se articula con el Pacto.
También en el desarrollo de la concepción de la Ley, todo
el Pentateuco asume ese nombre, se dice en Josué 1:8: “Nunca se apartará de tu
boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que
guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces
harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” Típicamente se ha
considerado el libro de la Ley mencionado en estos textos como correspondiente
a los cinco primeros libros de la Biblia, aunque también podría referirse a lo
que se conoce como el libro o código del pacto entre Éxodo 20-23; también al pentateuco
se le llama, Ley de Moisés (Jos 8:31) y la Ley de Jehová (Esd 7:10).
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¿Qué hace la Ley?
Debería ser claro en este momento que la Ley lo que quiere
mostrar es la esencia de Dios, lo que él quiere y lo que él es. La Ley se hacía necesaria para que la
humanidad pudiera darse cuenta de la lejanía de sus parámetros con los
parámetros de Dios; la Ley hacía que el pueblo de Dios se distinguiera
claramente de los demás pueblos. Por
supuesto, las leyes no son únicas del pueblo de Israel, ni surgen de la nada,
sino que el entorno mesopotámico es uno lleno de regulaciones, un claro ejemplo
es el código de Hammurabi que puede datarse con fecha anterior al Génesis, así
que no es descabellado decir que el autor bíblico se valió de los aspectos
legales de otros pueblos para colocarlos bajo la inspiración divina en el texto
bíblico.
También la Ley regula las acciones legales entre el pueblo;
la idea divina al dar la Ley es que la gente viva en armonía unos con otros,
protegiendo a cada cual en su entorno; la Ley también quiere mostrarnos la
forma de acercarnos a Dios, debido a que él se presenta como perfecto y santo,
la única forma de acercase a un ser de estas características es que él mismo
brinde las regulaciones para dicho acercamiento.
En su artículo sobre la Ley, el Diccionario Enciclopédico
Estándar de la Biblia, dice que el propósito de la Ley es llevar al hombre a
fructificar, a tener una vida abundante de comunión con Dios que lo hará
completamente realizado.
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¿Salva la Ley en el AT?
Una concepción típica del cristianismo en la actualidad
es el pensar que las personas en el AT cumpliendo la Ley se podían salvar,
¿podría alguien cumplir con todos los detalles de la Ley? No, de hecho muchas
veces las personas pecaban sin saberlo, el texto bíblico lo llama por yerro Lev
4:2,13 (en hebreo se usa la palabra shaga
para este pecado), en tanto que otras fallas si eran con conciencia de que se
estaba ofendiendo a Dios, esto es rebelión como lo expresa la biblia en Is 1:2
(la palabra hebrea usada es pesha).
La Ley lo que hace es mostrar el carácter de Dios, los
requerimientos para acercarse a él, pero también la imposibilidad de lograr el
espíritu de la Ley; esto lo expreso porque los fariseos e intérpretes de la Ley
se van lejos del texto y caen en el legalismo, al intentar interpretar añaden
normas y legislaciones que aumentan la carga sobre los feligreses. Jesús no crítica la Ley sino la forma en que
se acercan a ella, olvidando el principio y quedándose con sus propias normas.
La Gracia está presente en el AT
Como se mencionó en la introducción de este corto
escrito, la mayoría de los cristianos consideran que la Gracia es propia del NT
y que el AT es solamente Ley, pero esto es un craso error de comprensión de la
revelación de Dios dada desde el inicio de la creación.
La
palabra Gracia usada en español es traducida de la palabra griega “jaris”, como sabemos el AT no fue
escrito en esa lengua pero sí fue traducido en la versión de los Setenta a
dicho idioma. Las palabras hebreas
usadas cuando en español pueda aparecer Gracia son “jen” que también puede traducir belleza, elegancia, bondad y
compasión, y también Gracia en español se traduce de la palabra “jesed” como en Ex 20:6: “… y hago misericordia a millares, a los que me
aman y guardan mis mandamientos.” Aquí siendo traducida por misericordia
en la que el autor hace un contraste entre el corto castigo divino y la
amplitud de su amor. Lo más próximo a la
idea paulina de Gracia se puede ver en el término “ratson” tal como aparece en Isaías 60:10: “Y extranjeros edificarán tus muros, y sus reyes te servirán; porque en
mi ira te castigué, mas en mi buena voluntad tendré de ti misericordia.” Y en Salmo
44:3: “Porque no se apoderaron de la
tierra por su espada, Ni su brazo los libró; Sino tu diestra, y tu
brazo, y la luz de tu rostro, Porque te complaciste en ellos.” El primer versículo citado muestra claramente
que ante el amor de Dios él da de su Gracia, aunque es un pueblo pecador que
mereció la ira; en el siguiente versículo citado se muestra como el Señor
entregó las tierras al pueblo mediante la manifestación de su poder sobre los pueblos
enemigos pero mostrando Gracia con su pueblo elegido.
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Ejemplos de la Gracia en el AT
Como se
pudo observar en el párrafo anterior al estudiar el término etimológicamente y
su sentido, se puede afirmar que la Gracia es un concepto perteneciente al AT.
Sin embargo muchos siguen pensando que es propia del NT y que hay una
separación radical entre Ley y Gracia.
Si nos
remontamos al inicio de la creación, al momento en el que Dios crea a la
humanidad, recordamos que Dios había dado una Ley, una que los obligaba a no
tomar de un árbol, para ellos prohibido con la aclaración que ante la
desobediencia habría muerte. La llana
lectura del relato, sin entrar en análisis posteriores en el AT sino
colocándose en el lugar de Adán y Eva en el momento de recibir la Ley, que les
ordenaba no tomar del árbol para que no murieran, les debió llenar de dudas y
de temor. Dudas porque el concepto de
muerte no es propio de un sitio paradisiaco como se plantea, pero en el
supuesto de una explicación de lo que significa morir por parte del Creador a
ellos, debieron haberse sentido atemorizados.
Ahora bien, al tomar del fruto los infractores no mueren, sus cuerpos no
dejan de funcionar, sus vidas siguen en ellos ¿acaso no es esto una muestra de
Gracia? Ya posteriormente se ha entendido,
tanto por el relato mismo como por versículos como el Salmo 36:9 (Porque contigo está el manantial
de la vida; En tu luz veremos la luz.), que la muerte que se muestra en el
Génesis es espiritual o de separación de Dios, pero no existe una forma clara
de referirse a la muerte de una clase o de otra, por lo que el acto mismo de
dejarlos vivos luego de pecar es una muestra de Gracia.
En la
misma línea de la Gracia manifestada (algunos lo verán como misericordia pero
recordemos que el término usado se traduce con esa expresión) en el evento del
pecado, Dios les da los medios para que esta Gracia se puede dar, Dios les
promete que por medio de la simiente de la mujer se revertirá el estado ideal
de comunión con el Creador. Los
asustados padres primigenios muestran en lo que hacen posteriormente a este
anuncio renovador, el entendimiento necesario para confiar en esta promesa;
Adán cambia el nombre de su mujer de “isha”
por Eva, porque reconoce que de entre los vivientes que nacerán de la mujer o
de su simiente viene la salvación, y cuando nace el primer hijo de la pareja,
Eva lo llama Caín porque es la voluntad de Dios que lo tenga. No podemos asegurar cómo fue el trato de los
padres hacia su hijo pero suponer que creyeron que ya era éste quien les solucionaría
su falta no es ilógico. Por supuesto, la
concepción de que aquel no era el elegido tuvo que ir tomando forma al cabo del
tiempo y luego de las tristes historias que realizaría Caín.
Como
pudimos dilucidar, la Gracia fue de la mano con la trasgresión a la Ley, no se
puede dejar a un lado el Padre que indica cómo debemos comportarnos y el Padre
que toma la mano a sus criaturas para conducirlas a él. Ahora bien, luego de Adán la humanidad quedo
separada de Dios, el Salmo 14:2, 3 es lapidario en su forma al referirse a la
condición del hombre “Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los
hombres, Para ver si había algún entendido, Que buscara a Dios. Todos se desviaron, a una se han corrompido;
No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.” Ni siquiera uno puede decir que sus manos
están limpias, pero la Gracia se manifiesta al hombre, la Gracia de un Dios que
está por encima de la limitante humana, observemos a Noé en Génesis 6:8: “Pero
Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.” Es interesante observar que en la
LXX, la palabra que se traduce gracia en este texto es precisamente la
preferida de la literatura paulina “jaris”,
es la mirada de Gracia la que escoge a Noé porque no era uno mejor que los
demás, lo que demostraría al embriagarse luego del diluvio. En ese mismo sentido las elecciones de
Abrahám, Job, David, etc, son actos de Gracia por parte de Dios.
Alguien
podrá decir a este punto que esta Gracia estaba reservada para los padres de la
fe o de la historia del pueblo de Dios, pero no es así, la Gracia estaba
disponible para todos en el AT, en Isaías 1:18 se muestra una de las más
hermosas frases de Gracia en el texto bíblico: “Venid luego, dice Jehová, y
estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán
emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca
lana.” Dios llama los pecadores de
manera gratuita y llena de Gracia, solamente deben ir ante él con sus pecados
para que los limpie, que mayor muestra de Gracia en el AT que esta.
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¿Cómo se manifiesta la Gracia en el AT?
En el
ítem anterior tratamos suficientemente la manifestación de la Gracia en el AT,
sin embargo quiero recalcar todo el sistema sacrificial dado para que las
personas expiaran su pecado. Si Dios es
santo y perfecto, el castigo del pecado deberá ser la muerte del que infringe
la Ley, pero Dios le da al pueblo muchas regulaciones que hacen que su pecado
se cubra o que recaiga sobre un animal.
En el AT se nos declara que en la sangre está la vida (Lev 17:11), y en
los sacrificios se derramaba la sangre porque se debía pagar una vida por la
vida del transgresor (ejemplo Lev 14:6), pero Dios permite que no sea la sangre
de la persona, sino la de un animal, esto es una muestra de Gracia porque quien
merece la muerte y que su sangre se derrame es quien comete el pecado.
La
Gracia se muestra también en el amor dado por Dios frente a un pueblo
impenitente y pecador, toda la narración del profeta Oseas muestra la Gracia de
un Dios-esposo que ama a pesar de, a su pueblo-esposa.
Conclusión
Ley y
Gracia van de la mano en la Biblia, no se puede dejar a un lado una por la
otra; la Ley es implacable e imposible de lograrla a su verdadera perfección, y
la Gracia no se entendería sin conocer la transgresión, solamente por lo que
hace la Ley, mostrar la impotencia del hombre ante un Dios santo, la Gracia
aparece.
Finalmente,
menciono a Jeremías 31:33, 34: “Pero éste es el pacto que haré con la casa de
Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la
escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por
pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano,
diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de
ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y
no me acordaré más de su pecado.” Se
presenta la Ley como puesta por Dios mismo en los corazones de los creyentes
cuya acción es vista en el NT como una acción de Gracia, así lo presenta Juan
citando a Jeremías en 6:44,45: “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me
envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero. Escrito está en los profetas: Y serán todos
enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él,
viene a mí.”. Entonces podemos concluir
que la Gracia que se ve en el NT está unida a la Ley que Dios dio en el AT, y
están así entrelazadas.
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